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¿La crítica al "Nunca más"?

No se debe simplificar la diversidad entre situaciones nacionales en un intento de exaltación nacional

Esta semana han aparecido muchos titulares sobre la crítica de José Antonio Dias Toffoli (juez del Tribunal Supremo de Brasil) dirigida a Argentina con respecto a los juicios contra los responsables de la dictadura militar que asumió el control del país entre 1976 y 1983. La dictadura auto-denominada Proceso de Reorganización Nacional derivó, tras finalizar, en un proceso judicial conocido como las Juntas.


Lo que resulta un tanto incongruente es el hecho de que el propio Dias Toffoli participó en un proceso para negar la amnistía a los miembros de la dictadura brasileña, acto que muestra su conformidad con reclamar justicia por actos pasados de un régimen dictatorial.


El juez del Tribunal Supremo de Brasil, José Antonio Dias Toffoli. Fuente: Vanessa Carvalho Zuma Press / Contactophoto

Tras haber sido nominado por Lula da Silva para presidir el Tribunal Supremo, se alejó del partido del mismo, e incluso, tras haberse convertido finalmente en presidente del Supremo, declaró que no permitiría que él, que una vez fue amigo, saliese de prisión antes de las elecciones.


Además, la participación de Dias Toffoli en el proceso para retraer la amnistía agrava la polémica relacionada con sus declaraciones, pero estas ya generan conflicto en sí mismas. La crítica a las decisiones del extranjero para resaltar la calidad de las nuestras es una práctica generalizada en el ámbito político. Dias Toffoli trata de exaltar el patriotismo brasileño describiendo los juicios de las Juntas de Argentina como un estancamiento en el pasado que impide avanzar hacia un futuro desarrollo, error que no desea que Brasil cometa.


Sin embargo, resulta una comparación un tanto simple considerando que la situación en ambos países difiere. Las decisiones se toman en función a la realidad de su ubicación por lo que estas no deberían extrapolarse a una comparativa tratando de decidir qué nación es mejor. Esto no quiere decir que los juicios fuesen o no la dirección correcta para Argentina, sino que la evaluación debe establecerse en el lugar de los hechos. Lo que es positivo para unos puede no serlo en otro contexto y viceversa.


Julio Cesar Strassera, Luis Moreno Ocampo y los jueces de la Cámara Federal durante el Juicio a las Juntas, en abril de 1985. Fuente: Telam

Los Juicios de las Juntas condenaron “los delitos de homicidio, privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos a los detenidos”. Además se inició una investigación sobre la violación de los derechos humanos durante la dictadura, que resultó en que esta fuera considerada "inobjetable".


La decisión de ejercer justicia en esta ocasión sirve para tratar de evitar que se cometan los mismos errores en el futuro. Supone un recordatorio permanente, plasmado en documentos legales, de los efectos negativos de una dictadura. Es necesario avanzar y crecer, y con ello centrarse en debates actuales que lleven a una mejora social. Pero, para perfeccionar la sociedad es preciso un balance entre el recuerdo y la esperanza. El pasado no se puede olvidar, así como el futuro no puede acercarse con total incertidumbre.


Durante los Juicios de las Juntas, se acudió a mecanismos establecidos por Naciones Unidas para la defensa de los derechos humanos. Y es por esta temática por lo que, en este caso, el pasado no puede permanecer ahí, en el pasado, guardado en una caja olvidada al fondo del desván. Ha de limpiarse, y para ello se deben tomar las medidas legales necesarias para preservar la integridad de una nación cumplidora con las obligaciones hacia los derechos de sus ciudadanos. Por esa razón, las declaraciones de Julio César Strassera en su alegato a la fiscalía son consideradas una pieza histórica.


La fiscalía defendía que la responsabilidad por los actos debía ser compartida entre los miembros de cada junta cuya participación en los delitos había sido probada. Finalmente, la decisión fue la de asignar la responsabilidad por fuerzas armadas, reduciendo las penas de los miembros de la Fuerza Aérea. Strassera cerró su alegato con esta frase, que nosotros. tomaremos como final de este artículo: "Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: Nunca más"


Julio César Strassera. Fuente: Infobae


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