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Liana Badr: “Mientras Israel siga atacando Palestina, las mujeres palestinas no podrán ser libres”

La escritora palestina cree que las mujeres son fundamentales para preservar la cultura palestina y la figura de familia, pero que la invasión israelí deja en un segundo plano la lucha de las nuevas generaciones de mujeres de ser libres. 


La escritora palestina Liana Badr. Fuente: Público

De todos los temas que se han tratado sobre el conflicto entre Israel y Palestina, existe una cuestión que todavía no se ha abordado en tertulias y debates: el papel de la mujer en esta guerra. La escritora palestina Liana Badr dio respuesta a algunas cuestiones en un encuentro organizado en el Círculo de Bellas Artes con motivo del Festival de las Ideas.  


Liana Badr es una escritora, poeta y guionista árabe, nacida en Jerusalem, actual Cisjordania. Tras exiliarse en 1982, ha vivido en el Líbano, Siria, Túnez entre otros países como corresponsal. Volvió a Palestina en 1994 donde trabajó en el Ministerio de Cultura de Palestina. 


Liana está convencida de que mientras haya ataques por parte de los israelíes no habrá avances para las mujeres palestinas. Ellas anhelan la libertad, pero la ocupación ha detenido ese proceso. La guerra hay dejado su lucha paralizada y un segundo plano y aunque muchas mujeres están formadas, no son del todo libres. En Palestina operan varias organizaciones para defender los derechos de las mujeres. Estas organizaciones realizan un seguimiento constante e intentan realizar cambios, pero deben de enfrentarse a muchos obstáculos. 


Si hay una característica que define a este conflicto en particular es su larga prolongación. Durante varias décadas el papel de la mujer palestina ha evolucionado. Hace varias décadas, las mujeres eran mal vistas si escribían si es que sabían, pero gracias a la llegada de Internet las nuevas generaciones pueden acceder con mucha mayor facilidad. Durante gran parte de su vida Liana trabajó para solucionar el problema del analfabetismo. 


A día de hoy las mujeres gozan de mucha más confianza lo que las lleva a estudiar en universidades como la Open University, en la que las mujeres tienen permitido estudiar desde 1994, o incluso algunas se han marchado al extranjero. 


No obstante, al mismo tiempo que los tiempos parecen progresar para ellas, la destrucción y el caos ha traído un importante avance del islamismo y las ideologías tradicionalistas. Para Liana Badr, en las ciudades las puertas están mucho más abiertas que en las zonas rurales donde sigue existiendo cierto hermetismo y conservadurismo. Aun así, se ha producido una progresión respecto al número de mujeres formadas y en el ámbito laboral respecto a varias décadas atrás. 


Si bien cada vez son más las mujeres que se alfabetizan y completan estudios superiores, los constantes bombardeos del ejército israelí dificultan el acceso al conocimiento pues muchas bibliotecas han sido destruidas por ellos. Además, hay que sumar la cantidad de escuelas que han sido derribadas como efecto de los misiles. Para muchos jóvenes es imposible completar su formación ya sea por la imposibilidad de asistir a la escuela o porque ellos mismos mueren en las ofensivas israelíes. En total, más de 11.000 estudiantes han muerto este año por culpa de la guerra. 

Dos jóvenes palestinas en una escuela destrozada por los bombardeos israelíes. Fuente: MAHMUD HAMS/AFP/Getty Images


La lucha particular de las mujeres palestinas por la libertad se enfrenta a la ocupación israelí 


Sus escritos, todavía sin traducir al castellano, critican la visión nacionalista y heteropatriarcal de la mayoría de las novelas que existen sobre la guerra. Ella propone ver la guerra a través de los ojos de las mujeres. Se entrevistó con muchas refugiadas palestinas en el Líbano y se dio cuenta de que sí quería hablar desde su perspectiva tenía que hablar como ellas y conocerlas con propiedad. En los campos de refugiados aprendió que las mujeres son también parte de la lucha, pero su forma de resistir es especial. Ellas se preservan la memoria a través de la confección de vestidos folclóricos que reivindican y protegen la cultura palestina, cada vez mucho más cerca de desaparecer por la destrucción del patrimonio. Ellas vuelcan toda su pasión en esta actividad y se la trasladan a sus hijas. 


Para la escritora, existe una correlación entre la destrucción de los hogares y el debilitamiento de la figura de la mujer. Las mujeres son las encargadas de defender a la familia frente a los colonizadores israelíes. Ellas son quienes construyen los hogares, y si estos se derrumban, la mujer también. La lucha de las mujeres palestinas es cuidar de los suyos, y con ello mantener a la humanidad. 


Liana enfatizó en varias ocasiones en el sufrimiento particular de las mujeres palestinas. Afirmó que dentro del 75% de la franja de Gaza está destruida y que dentro de ese porcentaje se encuentran hospitales, centros de salud e inodoros, necesarios para la salud y la higiene individual. Tampoco hay comprensas ni támpax para hacer frente a la menstruación. Como consecuencia, las palestinas se avergüenzan de ello y esto las lleva a sufrir.  



Mujeres palestinas se manifiestan por el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo de 2018). Fuente: Laurent Perpigna Iban (elsaltodiario.com)

El "socialcidio" y la destrucción del tejido social palestino 


Durante una de sus intervenciones, Liana habló de la actualidad de lo ocurrido en Gaza haciendo referencia al genocidio. En concreto, utilizó un término prácticamente desconocido para muchos de nosotros: el socialcidio. El socialcidio se define la aniquilación de las relaciones sociales y la cohesión comunitaria lo que llevaría a una desintegración de las conexiones humanas. Como crítica a la sociedad actual, Liana hizo una pregunta con intención de apelar a la reflexión: ¿Cómo podemos aceptar vivir con un genocidio? Para ella, el silencio es cómplice del genocidio al pueblo Palestino. Si hay silencio hay catástrofe. Tampoco entiende porque se pone el foco en el pueblo palestino, víctimas de los ataques en vez de los israelíes, perpetradores. 


Así como se habló de la destrucción de gaza en su totalidad, Liana quiso darle un pequeño espacio a los checkpoints o puestos de control. Estos pasan casi desapercibidos por los titulares de la prensa y, sin embargo, es dónde el ejército israelí hace más uso de la represión hacia el pueblo palestino. Allí, los llamados colonizadores ejercen el control y la autoridad. Los soldados realizan matanzas bajo cualquier excusa, sin rendir cuentas.

  

Liana habla de primera mano sobre la situación de los puestos de control. Ella misma guionizó una película, Rana’s Wedding (2002) ambientada en estos lugares. Mientras narraba su experiencia, Liana contó que el gobierno israelí sometió a todo el equipo de rodaje a presiones y amenazas lo que convirtió aquel rodaje en una actividad peligrosa. 

El mayor gesto de lucha para la escritora es escribir. Sus escritos la liberan y si bien como individua no tiene la capacidad de acabar con la guerra, cree que sus escritos y la difusión de estos sí. Su resistencia personal está en su profesión como escritora. Muchas jóvenes la admiran y quieren ser novelistas como ella. 


Para finalizar, Liana hizo un alegato de paz. Habló en nombre del pueblo palestino y afirmó que ellos solo desean la paz pues siempre han sido una nación que ha aceptado a otros pueblos. A pesar de la situación complicada a la que se enfrentan día a día han acabado por adaptarse lo máximo posible, aunque existe todavía un atisbo de esperanza. 



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