Se busca líder de la oposición extremeña
- Carlos Núñez
- 5 feb 2024
- 3 Min. de lectura
Comienza el camino para los candidatos que aspiran a suceder a Fernández Vara al frente del PSOE extremeño y a liderar la oposición a María Guardiola
Cuando el expresidente de la Junta de Extremadura anunció hace unos meses que no se presentaría a la reelección aunque ganase las elecciones, propios y extraños daban por hecho dos cosas: el PSOE seguiría gobernando en Extremadura y la transición de su liderazgo se daría de manera paulatina. Esto permitiría la seguridad que da construir un liderazgo futuro a la par que mantienes el gobierno presente. Pero ese mes de mayo tan atípico en lo político que vivimos el año pasado, pronto acabó con las dos certezas: ni el PSOE siguió gobernando Extremadura tras una suma de PP y Vox, ni había margen para cocinar un liderazgo a fuego lento.
El riesgo que corría y corre el PSOE cada minuto que pasa es precisamente la baza que tenía más a su favor en las pasadas elecciones: la construcción de una figura conocida. El liderazgo de María Guardiola se va asentando tanto en su partido como en la Junta, pese a lo controversial en ocasiones de su figura, aunque muy alejada del conflicto perpetuo que evoca su homologa en Madrid, Diaz Ayuso. Mientras tanto, el PSOE adolece cada semana en los plenos de una falta de liderazgo que, de no atajarse por completo, amenaza con dejarlos en la oposición más allá del 2027.
Conocedores de este peligro, en el PSOE ya se ha activado la cuenta atrás, y son tres las figuras que aspiran a destronar al PP de la Junta de Extremadura.

El candidato más aventajado es sin duda Miguel Ángel Gallardo, presidente de la diputación de Badajoz, alcalde de Villanueva de la Serena y uno de los propulsores de uno de los proyectos más ambiciosos a nivel local de toda la historia democrática de España: la fusión de su municipio al de Don Benito. Fue no sólo el primero de los candidatos en anunciar su intención de liderar el PSOE extremeño -lo cual era, igualmente, un secreto a voces- sino también uno de los que ha tratado de lidiar y romper con el legado anterior al mismo tiempo. Con un complicado malabar basado en alabar la figura de Fernández Vara al tiempo que llegó a asegurar -aún con la presidencia de la comunidad en juego y la posibilidad de repetición electoral asomando- que quizás debió dejar paso a un liderazgo diferente para competir en mayo del 2023. Si contará o no con el apoyo de los líderes locales a los que ha apoyado económica y estructuralmente en muchos proyectos gracias a su puesto en la diputación es algo que sólo las primarias podrán dislucidar.

Cuando todos daban por hecho que Miguel Ángel Gallardo no tendría rival, Lara Garlito, vicesecretaria general del PSOE extremeño y vicepresidenta primera de la Asamblea de Extremadura, anunciaba igualmente su intención de liderar la oposición contra María Guardiola. Con menores cargos y quizás menor liderazgo que su contrincante, su mayor baza es precisamente el talón de aquiles de Miguel Ángel Gallardo: cara menos conocida -y por tanto, menos trillada políticamente-, nuevo liderazgo y la frescura de nuevos tiempos que supone que el partido sea liderado por primera vez por una mujer. Joven, además, uno de los grupos de edad donde el PSOE extremeño necesita reforzarse si quiere aspirar a volver a la presidencia.

Pero a esta nueva contienda interna, se ha querido sumar igualmente el anterior vicepresidente del gobierno extremeño y consejero de sanidad: José María Vergeles. Quizás uno de los perfiles políticos más dañados por el continuismo del anterior ejecutivo y la gestión de la pandemia y la sanidad extremeña. Fue toda una sorpresa que, pese a esta pesada mochila, se decidiese a dar el salto a líder al partido extremeño. Su inicio de campaña ha sido un tanto complejo: partiendo del error de principiante que supone elegir la misma ciudad y día para anunciar tu candidatura -la hará también en Badajoz este domingo 4, al igual que Garlito- y con una entrevista un tanto polémica en el diario extremeño Hoy donde ha asegurado: «No soy mujer ni tengo menos de 50 años, pero me presento a secretario general», una frase más propia de candidatos que aspiran a presidir otros partidos y no precisamente del mismo espectro político.

Los tres candidatos tienen ahora un camino por recorrer que solo será el principio de otro, pues el objetivo del PSOE extremeño no puede ser otro que recuperar la Junta, lo que pasa necesariamente por no conformarse con liderar la oposición. Quién lo hará, sólo lo resolverán unas primarias en las que no se puede dar nada por hecho. Bien lo sabe Pedro Sánchez, que seguro no quita ojo de lo que suceda en Extremadura el próximo 2 de marzo.
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