¿Y si se estuviese cocinando algo en Génova 13?

¿Habrá alguien por los edificios aledaños a Génova 13 tratando de convertir al partido más votado de España en una alternativa política real?

La semana pasada salió a la luz una esperanzadora encuesta electoral para los partidos de la oposición realizada por HM. Dicho estudio otorgaba una mayoría suficiente al Partido Popular y a Vox para formar un gobierno con cierta solvencia, alcanzado los de Feijóo los 151 diputados y la formación de Abascal consagrándose una vez más como tercera fuerza política del parlamento español con un 13,2% de voto, esto es, cuarenta diputados en la cámara. Si bien y por experiencias anteriores, ya sabemos como funciona esto de las encuestas electorales, ¿verdad Michavila? Jugar a hacer cálculos con los números termina resultando, casi siempre, fatal.

En esas, salió a la palestra por ahí otra encuesta que centraba su estudio en la intención de voto entre el sector poblacional más joven (18 a 24 años) siendo, para sorpresa de algunos, la formación de Abascal el partido preferido en dicha franja generacional. Parece claro que Vox es la opción política que más conecta con los jóvenes españoles, una realidad que en Génova debe – o debería – ser recibida como un drama político. El Partido Popular no es una opción viable para la chavalería, existiendo para ello motivos obvios que ya hemos analizado en esta casa: el PP, por mucho que pretenda vender desde hace años una imagen renovada y moderna, que solo conecta con un votante de alto poder adquisitivo y nacido entre 1946 y 1970, sigue siendo la ramera que el régimen del 78 necesita.

En mitad de esta realidad, uno lee la entrevista que el gran Víctor Lenore hizo hace escasas semanas a Alma Ezcurra, se ilusiona con la timidez que las decepciones acumuladas conllevan y piensa: ¿existe gente que piense así dentro del Partido Popular? Para poner en contexto al lector, Alma Ezcurra es eurodiputada de los populares en Bruselas y, además, coordinadora de un nuevo proyecto nacido en Génova 13 y bautizado como Reformismo21, una suerte de espacio cultural – no diremos thinktank que un tanto hartos estamos ya de esas amalgamas de pijerío vacío de contenido – creado desde la llegada de Feijóo a la presidencia del partido y que, pese a ser obra de los populares, funciona como organización autónoma.

El caso aquí es que doña Alma ofreció una entrevista para Vozpopuli, bajo la «dirección letrada» del gran Lenore, en la que uno puede encontrar motivos bastantes para celebrar que en la órbita de Nuñez Feijóo existan todavía personas aparentemente distintas a Gamarra, Pons y compañía. Algo nuevo se cuece entre las filas de Génova 13, se respira un aroma realmente sorpresivo que empuja dentro de la podrida urdimbre que habita en el PP. Si bien conviene no ilusionarse – no son pocas las decepciones que los populares acumulan –, no puede dejar de sobrecogernos escuchar, desde instancias próximas a ese partido mal llamado de la oposición, cosas como que «ser joven hoy en España es, además, hacer todo lo que se te ha exigido para prosperar —estudios, idiomas, experiencias internacionales— para terminar aspirando a un trabajo precario, con el que, en el mejor de los casos, lograrás compartir piso, lejos de tu casa, y al que acudirás en transporte público o bici, no vaya a ser que contamines un mundo que tú no has contribuido a destrozar… Y a esa gente le pedimos que forme una familia o les reprochamos que no entiendan el valor del esfuerzo».

Claro, después de esto uno dice, «¡caramba, aquí hay alguien que piensa!». Luego es cierto que te acuerdas que viene del Partido Popular y entonces recuperas la desilusión y te lamentas por haber sido por momentos el ingenuo que alguna vez juraste no volver a ser. Pero ya has dejado abierta la puerta a la duda. ¿Y si realmente empieza a haber gente dentro de la estructura del PP que está trabajando para intentar convertir al partido más votado de España en la alternativa política que no es a día de hoy? Imagínense ustedes – sé que es casi imposible, pero inténtenlo – que desde el Partido Popular, alguien, por algún motivo, ha tenido a bien incluir progresivamente a gente disidente con la propia línea del partido, gente con arrojo y voluntad de contribuir al bien común, gente dispuesta a decir que el Partido Popular ha sido uno de los máximos responsables de los males actuales de España pero capaz, a la vez, de proponer alternativas reales que deben construirse desde algo tan básico como el discurso. ¿Y si hay alguien por los edificios aledaños a Génova 13 que dice, «oigan, hay que hablar de la situación a la que han avocado a los jóvenes españoles, hay que defender un modelo distinto al consumismo exacerbado del mercado, hay que legislar teniendo como fin el bien común y no el interés general, hay que proteger el sentido de pertenencia a la comunidad y los vínculos sociales»? ¿Se lo imaginan?

Parece imposible y quizás eso que llaman Reformismo21 termine siendo una amalgama dependiente del PP que solo sirva para abalar y defender las políticas que Feijóo y compañía lleven a cabo, pero caray, ¿por qué no ilusionarse cuando uno percibe un cambio significativo en las ideas y en el mensaje? Que sí, que los antecedentes son por todos conocidos, y quizás lo más sensato sea obviar lo que a todas luces no será más que un hito pasajero dentro de Génova, pero ahí queda la duda, sólo el tiempo nos dirá hasta dónde llega el viraje dentro de los populares, mientras tanto no queda más que desear que esas cabecillas pensantes sigan empujando, ganando la importancia y el reconocimiento que merecen y, sobre todo, que sigan contribuyendo con sus ideas y arrojo a la transformación real y concreta del partido más votado de España.