Málaga se convierte en la capital mundial del cómic
- Mª Lucía Sáez Molina

- 7 oct
- 4 Min. de lectura
Llega la primera Comic-Con San Diego en Europa que no brilló por su organización pero sí por sus invitados
Si alguna vez has soñado con ver desfilar superhéroes, jedis, magos y cazafantasmas por las calles de Málaga, ese momento ha llegado. La ciudad andaluza hizo historia este fin de semana al convertirse en la primera sede europea de la Comic-Con San Diego, el evento de cultura pop más famoso del mundo.
Para quienes aún no lo sepan, la Comic-Con es mucho más que un encuentro de frikis. Es un auténtico universo donde se dan cita los fans de los cómics, el cine, las series, los videojuegos y el cosplay. Nacida en 1970 en Estados Unidos, la San Diego Comic-Con se ha convertido en un escaparate global donde los estudios presentan sus grandes estrenos, los actores comparten secretos y los fans viven la experiencia de su vida.
¿Y por qué Málaga? La respuesta es sencilla: la ciudad tiene todos los ingredientes para ser la “San Diego europea”. El Palacio de Ferias y Congresos (FYCMA) ofrece 60.000 metros cuadrados listos para llenarse de stands, escenarios y mundos fantásticos. No fue una decisión improvisada. Ayuntamiento, Junta de Andalucía y organizadores de la Comic-Con han trabajado mano a mano para traer este gigante del entretenimiento.

Fotografía entrada Comic-Con San Diego en Málaga. Fuente: propia
Este encuentro masivo de fans de toda Europa contó con cuatro días de paneles, talleres, firmas, conferencias y presentaciones. Desde el jueves 25 hasta el domingo 28, se ofrecieron todo tipo de actividades en el recinto para pasar el día disfrutando de todas las experiencias que ofrece la Comic-Con San Diego pero más cerca de casa.
Lo más destacable del jueves fue el repertorio de firmas que ofrecieron (un poco overprice en mi opinión) pues contaron con grandes actores internacionales como Aaron Paul, Luke Evans, Natalia Dyer y Taz Skylar, y “acto-ñoles” como Pedro Alonso y Dafne Keen. En cuanto al viernes, no hay mucho que podamos comentar en cuanto a invitados excepto la cosplayer Yaya Han. Aun así, contaron con actividades de todos los tipos, desde la presentación de la película de Disney Tron Ares hasta el panel que nos explicaba todo el complejo multiverso de Spider-Man.
El sábado brilló por una de las últimas actividades del día: la presentación de la tercera temporada de Daryl Dixon. Este panel contó con sus dos estrellas principales, Norman Reedus y Melissa McBride, además de Eduardo Noriega, Óscar Jaenada, Hugo Arbués y Alexandra Massangkay, representando el cine español. Podríamos decir que el domingo fue el día más potente por los impresionantes invitados. La figura principal fue el actor y culturista, Arnold Schwarzenegger el cual recibió el Premio de Honor a manos de nuestro querido malagueño Antonio Banderas. También contamos con la presencia de J. A. Bayona que participó en el acto final homenajeado por su trayectoria cinematográfica. Hubo también adelantos de animación de las nuevas películas Kung Fu Panda 5 y Bob Esponja para los más peques de la casa.

Fotografía presentación Daryl Dixon. Fuente: propia
Pero no todo fue de color de rosa en este evento. Se notó desde el principio que era la primera vez que hacían algo con esta magnitud. Hubo muchos problemas e inconvenientes desde el jueves, ya que lo primero de lo que se quejaron los asistentes fue que no se podía pasar ni comida ni bebida al recinto a pesar del calor. Este problema lo “remediaron” a medias para los siguientes días pues permitieron pasar al menos agua. Aún así hubo quejas por la “obligación” de comprar la comida dentro debido a los precios desorbitados.
Otro de los grandes problemas, fueron las colas. Había que hacer cola para todo. Es entendible que para entrar al recinto por la mañana o hacer cualquier actividad haya que tener un orden, pero llegó un punto en el que era insostenible el tiempo que había que esperar para poder entrar simplemente al edificio principal. Colas de dos horas, sin poder hacer nada y al sol. Lo lógico hubiese sido que no hubieran concentrado todo en un mismo lugar teniendo espacio fuera donde poner puestos y stands. Cuando uno ya había conseguido entrar sin haber caído en la locura, se volvía loco dentro. La cantidad de gente hacía imposible ver las cosas y disfrutar de la experiencia con tranquilidad. Había más colas, seguía haciendo calor y había merchandising de edición limitada, pero para millonarios. Todo esto lleva a cuestionarse si se llegó a respetar el límite de aforo.
Todo esto desembocó en miles de quejas por parte de los asistentes porque habían pagado 50 euros al día (55 por gastos de gestión) por hacer colas. La organización del evento fue un poco (bastante) pobre para la magnitud de lo que es la Comic-Con San Diego. Repetimos que es la primera vez que lo hacen fuera de EE. UU., por lo que esperamos que al año que viene aprendan de sus errores, porque a este paso más de uno no repite.
Como asistente de este evento el sábado, he de decir que siento que no hice mucho en todo el día, pues fui a dos paneles, hice cola, vi los stands de dentro e hice más cola. Pero a pesar de todo lo malo que tuvo la Comic-Con, me lo pasé bien gracias a mis amigas y a la gente porque se notaba que todos estábamos igual de desesperados. En la desgracia se conoce a los amigos, ¿no?
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