PLURIBUS Y LA MENTE COLMENA
- Joaquín Pérez García

- hace 4 horas
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¿De qué va la nueva serie de Vince Gilligan y dónde hemos visto esta idea antes?
Vince Gilligan, el creador de Breaking Bad, ha lanzado una nueva serie, esta vez en colaboración con Apple TV, llamada Pluribus, y cada viernes tenemos un nuevo episodio en esta plataforma. Esta primera temporada va a tener un total de nueve episodios, y, aunque aún no los hayan estrenado todos, es una superproducción con una progresión bastante impresionante de cara a su desenlace.

La premisa de Pluribus es la siguiente: un extraño virus que hace que todas las mentes se interconecten y encuentren una plenitud sobrenatural, llega a la Tierra y todo el mundo es contagiado con excepción de doce personas. Nosotros seguimos a Carol, una exitosa escritora norteamericana de novelas románticas que, por lo general, es bastante infeliz y antipática, y por algún motivo que desconocemos, no ha sido alcanzada por este virus desconocido.
A nivel interpretativo, parece seguir la línea de las anteriores reconocidas creaciones de Vince Gilligan, Breaking Bad y Better Call Saul. Sin ir más lejos, la actriz protagonista, Rhea Seehorn, interpreta a uno de los personajes principales de Better Call Saul, y es capaz de dar vida a esta desgraciada mujer que parece no estar conforme con su vida e ir viajando a través de sus diferentes capas jugando con su pasado y su conflictivo presente, en el que no es capaz de aceptar la amabilidad de la gente contagiada.
Aparte de tener una gran delicadeza en permitir desarrollar los personajes y en no dejar lagunas en cuanto a lo científico y lo narrativo, es muy llamativa a nivel visual y es una producción que involucra una cantidad de figuración, espacios y recursos muy elevada, lo cual se refleja continuamente en escenas en las que la mente colmena opera con una efectividad sobrecogedora, como una en la que reponen todos los alimentos de un supermercado en menos de 1 hora.
Sin embargo, pese a mostrarse como una idea original, la idea de la “mente colmena” mostrándose como un gran grupo de seres inteligentes que tienen una sola consciencia y comparten pensamientos y objetivo, la hemos podido ver en otras series y películas antes.
Con esto no trato de desmeritar a Pluribus, es una serie muy arriesgada y lo enfoca todo en otros sentidos, en el contexto “gilligano” de Albuquerque y concediéndole a los personajes la profundidad que le caracteriza.

Uno de los ejemplos más evidentes lo tenemos en la serie de animación para adultos Rick y Morty, en la que hay un personaje que se llama Unidad, una mente colmena gobernada por una mente reina capaz de asimilar cualquier raza y especie. Todos los seres que controla la Unidad actúan a su merced, moviéndose de forma organizada, poseyendo todos los conocimientos y talentos de cada uno de los individuos y contagiándose con un desagradable vómito de la boca de un contaminado a la de uno que no lo esté. Este personaje aparece más de una vez, y en un episodio un ficticio Presidente de los Estados Unidos aprende cómo utilizar la Unidad para su beneficio y poder obtener, por fin, un 100% de apoyo en las urnas. Ante el omnipotente poder de la Unidad y la mente colmena, aparecen los dilemas de si merece la pena eliminar la individualidad, la personalidad, y, en definitiva, la humanidad, en pos de la felicidad y la productividad de todas las personas, ya que se eliminan las guerras, los conflictos, el odio y la escasez.
En el universo de Star Wars, existe una extinta especie insectoide de mente comunitaria que habitó el planeta Alderaan durante mucho tiempo. Tenían una especie de conexión telepática que les permitía comunicarse a través del aura, y, debido a esto, se autodenominaba Unido, aunque sí parecían reconocer la individualidad y autonomía de la consciencia de cada miembro de los nidos en los que se organizaban.


Aunque no se trata tanto de una mente colmena, en un episodio de la serie de animación infantil El Asombroso Mundo de Gumball, se da una epidemia que convierte a los infectados en zombies llenos de alegría, cuyo propósito común es contagiar al que no lo esté y vagar sin rumbo, y mostrándose sonrientes y desprendiendo una saliva de arcoiris altamente contagiosa. Uno de los personajes descubre que la manera de curarlos es ponerles música triste o melancólica, lo que se relaciona con Pluribus en el hecho de que cuando la humanidad poseída recibe un gran estímulo negativo por una reacción de una persona libre como Carol, sufren de unos espasmos que parecen sacarlos del control del virus durante unos momentos.
En cierto modo, la idea de la unidad de las conciencias y la reducción del individuo a un propósito superior representada de esta forma no es más que una profunda crítica a la despersonalización de la sociedad al tratarnos al conjunto como un único e igual ente sin personalidad, deseos o necesidades diferenciadas. De cara a la naturaleza, se hace un paralelismo con una colmena de abejas, en la que todas tienen una función especializada y todo funciona en su máxima productividad conformando lo que parece un único ser vivo. El ser humano es un ser social, pero ¿nos arrebata esta sociedad todo vestigio de quiénes somos en realidad y condiciona cada una de nuestras decisiones? Eso ya es algo que dejo a reflexión del lector, pues no va a haber una sola respuesta a esta pregunta.
Pluribus expone muy bien esta disyuntiva y, sin duda alguna, merece la pena concederle la oportunidad ya que constituye un interesante espejo de quiénes somos y en quién podemos convertirnos si olvidamos que podemos ser felices si somos capaces de comprendernos y aprovechar nuestra libertad.




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