'Resucitando' a Julio Anguita

El histórico dirigente de IU y el PCE vuelve a la palestra de la actualidad política tras la entrevista a Macarena Olona

“Mencionas a uno de mis grandes referentes políticos (sobre Anguita)”. En la sala se hizo silencio. Ese que marcó toda la entrevista. Hasta a Jordi Évole, acostumbrado a llevar a su terreno a todo dirigente político al que entrevista por mucha resistencia que éste ponga, esta frase de Macarena Olona (ex de VOX) le dejó fuera de sus casillas. Le costó unos segundos pensar, reflexionar sobre si lo que había escuchado realmente era lo que creía haber escuchado, para mostrar lo que todo el mundo que vio la entrevista sintió en ese instante: estupefacción.

Julio Anguita en un Congreso del PCE. Fuente: El Confidencial

La alicantina (nacida políticamente en Granada según ella misma) parecía no comprender la sorpresa que genera a cualquier mortal que alguien que ha militado en un partido ideológicamente de extrema derecha ensalce la figura de un histórico dirigente de un partido a las antípodas del suyo. Subía la apuesta y añadía: “he reproducido en el Congreso algunos de sus discursos”. Mientras Jordi Évole le reiteraba su sorpresa, Olona parecía, en cierta medida, recular; mostrar que ha cambiado pero no tanto, que sus posiciones sobre temas controvertidos de ahora no son (o al menos así lo ve ella), incoherentes con discursos que ella misma pronunció hace no tanto en el propio Congreso de los Diputados. Buscando, quizás, evitar ataques de esos que poco tiempo atrás eran los “suyos”, matizó que lo admiraba pese a las diferencias ideológicas, y que si algo explicaba esta admiración era que Anguita pertenecía a la antigua izquierda, que no comparte nada con esa actual izquierda que “ha abandonado al pueblo”.

Podría llegar a verse en esto un brillante argumento si no fuera porque es una prueba más de que en ocasiones la historia parece repetirse. Para todos aquellos que nunca se han identificado con la izquierda, cualquier tiempo pasado (de esta) siempre fue mejor: Anguita mejor que Podemos, Zapatero mejor que Sánchez y Felipe González mejor que el propio Zapatero. En 2023, el “peor presidente de la historia” es Pedro Sánchez, pero en 2008 Zapatero “nos llevaba a la ruina” y a finales del siglo pasado Felipe González nos hacía ser “un país de pandereta”. Si estas críticas se hacían a reconocidos socialdemócratas, puede uno imaginarse los halagos que dedicaban a un confeso comunista, relevante como pocos en la historia del PCE y la configuración del espacio que en su momento representó IU.

Olona aseguró tanto admirar a Anguita como que éste estaría orgulloso de VOX. Nada más lejos de la realidad. Ella, y otros tantos que sostienen esto mismo en las redes sociales, tiran de hemeroteca con un famoso vídeo de Anguita en el que decía que lo que debe valorarse de un político es la honradez, y que si el político honrado era el de extrema derecha, lo inteligente sería votarle a él, aunque uno a priori no concordase con su ideología. Pero el califa rojo, siempre dos pasos por delante, dejó antes de fallecer un vídeo que bien podría haberse grabado en respuesta a la propia Olona. En él aseguraba que estas declaraciones sobre la honradez se hicieron en el contexto de la corrupción del PP, pero que pensaba que extrema derecha y honradez eran un oxímoron, como lo es decir que la nieve es negra. Pedía además a VOX que no utilizase su figura.

Anguita da una entrevista en su casa. Fuente: Jot Down

Anguita siempre defendió que la mejor forma de combatir los discursos perversos era la ironía, y, tirando de este recurso, podría uno llegar a concluir que Macarena Olona tenía y tiene razón: hoy, Anguita pediría el cierre de los sindicatos “por corruptos”, defendería que hay un “alarmante” aumento de homosexuales y transexuales en nuestro país y que, sin duda, vivimos en un régimen social-comunista que urge ser derrocado. Quién sabe, lo mismo incluso Anguita haría las veces de Tamames, y sería hoy el candidato a la moción de censura que VOX presentará el próximo lunes.

Tenía razón Pérez Reverte: “hay quien lo ensalza mucho; pero en vida lo escuchó bien poco”.