Animación oriental vs occidental: diferencias y recomendaciones
- Matilde Tuñón Uribe

- hace 18 horas
- 4 Min. de lectura
Onírica, surrealista y estelar, la animación es, en mi opinión, uno de los grandes pasos que ha dado el cine. Desde sus comienzos con Humorous Phases of Funny Faces de J. Stuart Blackton en 1906 y Fantasmagorie de Emile Cohl en 1908 la animación ha tenido un desarrollo estridente, derramándose desde las princesas de Disney hasta los personajes de arcilla de Tim Burton o incluso los animes fantásticos japoneses.
Hoy en día, aunque existen 4 tipos principales de animación –la tradicional, en 2D, en 3D y la Stop-motion– también la podríamos clasificar en: animación occidental y animación oriental. Estas difieren en aspectos tanto culturales como estéticos y narrativos. En oriente, destacando la japonesa, aunque cabe mencionar la china y la coreana, la animación se caracteriza por su cuidado estético y estilístico, por la profundidad psicológica, y los temas maduros y filosóficos, con mensajes trascendentes dirigidos a todos los públicos, no solo infantiles. En cambio, la animación occidental tiende a estar enfocada hacia la fluidez visual, con un estilo realista donde predomina el “viaje del héroe” y cuyo público principal son los niños (aunque ha cambiado en los últimos años, gracias a la influencia del anime).
En las películas animadas de occidente, orientadas hacia el individualismo, el heroísmo y la superación personal, predomina la figura del héroe y la del villano tradicionales. Como intuyo que son mucho más conocidas, es más difícil recomendar algo que pueda ser nuevo e interesante. Sin embargo, para seguir con el análisis, y poder distinguir las diferencias podemos destacar:

Spider-man: un nuevo universo, película muy conocida, con una nominación al Oscar a mejor película de animación en 2018. Su tema principal es la superación personal del protagonista y el heroísmo, donde intenta cambiar el mundo a través de su ingenio y su desarrollo psicológico. Estamos a la espera de la tercera película de la saga, que destaca por su animación, considerada como “obra de arte”, pero también por el legado que ha dejado; que todo el mundo puede ser Spider-man.
De Disney podríamos estar hablando sin parar, aunque considero que las animaciones, y sobre todo las líneas narrativas, de los últimos años no son tan impactantes como lo eran antes. Destacaría Coco y Mulan, películas que tratan sobre un “héroe” también, pero sobre todo tratan de la familia y el honor, con un dualismo moral y una redención final. A diferencia de las animaciones orientales, predomina más el uso de la música y la acción sobre la propia animación, aunque, de todos modos la animación de Coco es deslumbrante, representando una cultura de manera preciosa.
Siguiendo con Dreamworks y sus famosas trilogías: Shrek, Kung Fu Panda, Cómo entrenar a tu dragón o, mi favorita desde pequeña, Madagascar. Dreamworks destaca por su originalidad y creatividad todo hay que decirlo, sin embargo, la narrativa sigue un poco la misma línea que ya hemos hablado: el heroísmo, la redención y la lucha del bien vs el mal. Aun así, también sobresale el humor, la crítica y la sátira, enfocado mucho hacia la acción de los personajes.
En cuanto a la animación oriental, muchas veces la condenamos e incluso ridiculizamos, sin comprender su profundidad y el trabajo que tienen detrás. Tiene una gran inspiración en el wabi-sabi (la belleza en la imperfección), donde no importa la belleza, ni los poderes, ni la fama. Los personajes suelen tener mucha conexión con su entorno y con su espíritu.
Empezando con Studio Ghibli, un estudio de animación japonés, considerado globalmente como uno de los mejores. De sus películas, que recomiendo todas, podemos destacar: El viaje de Chihiro con visuales y una banda sonora impresionantes, y cuya historia no busca solo entretener sino fomentar la reflexión, predomina la creación de ambientes con silencios y sonidos por encima de los diálogos, y donde el individuo no se concibe como exterior al entorno, sino que todas sus acciones repercuten en el.
La princesa Mononoke y Nausicaä del Valle del Viento, películas en las que hay una fuerte relación entre la naturaleza y lo espiritual, mezclando lo sobrenatural con la realidad de forma que son inseparables, y donde no existen los villanos absolutos sino que se busca la coexistencia y el equilibrio. Las animaciones son extraordinarias por su manera de transmitir la espiritualidad de los sucesos.

Otra película oriental increible es Your Name de Makoto Shinkai, una película inolvidable sobre el hilo rojo que une a dos personas, enfocada hacia el desarrollo emocional y espiritual de los protagonistas, hacia la búsqueda de la identidad, habla también sobre la belleza en los momentos efímeros que se escapan en un segundo, y como esta fugacidad genera profunda tristeza o empatía.
Ya que no he hablado en profundidad de series, pues estaria todo el dia, cabe mencionar; de occidente: Más allá del jardín, miniserie preciosa pero estremecedora, con temas profundos sobre la muerte y la búsqueda de uno mismo, Gravity Falls, de misterio y sobre las relaciones familiares y las amistades, con grandes visuales sobre eventos sobrenaturales, y Avatar: la leyenda de Aang, lejos de ser una serie solo de niños, considero que es de la mejores series que visto, aunque está basada en culturas orientales, predomina el heroísmo, la búsqueda de la identidad personal y la redención (por favor no morir sin ver esta serie). De oriente, he visto pocos animes tengo que admitir, pero destacaría: Violet Evergarden, es desgarradora, te deja sin palabras y te hace sentir todos los sentimientos posibles, Banana Fish, otro anime desgarrador, con crítica social y conflictos morales. Por último, Attack on Titan, que aunque no la he acabado se que es algo que hay que recomendar, ya que está considerada como una de las mejores series de la historia.
Para concluir quiero decir que ninguno de los dos estilos de animación es superior al otro, mientras uno busca mover el alma y la mente, el otro busca mover el corazón y la acción y son expresiones de una visión del mundo complementaria la contemplación simbólica y la emoción pragmática.




Comentarios