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Letterboxd y la decadencia de la crítica popular

Actualizado: 23 oct

En un mundo sumergido en redes sociales, las opiniones ajenas son más accesibles e influyentes que nunca. Seamos sinceros: ¿cuántas películas no has visto solamente por la opinión de desconocidos?


Si bien las salas de cine están presenciando un ligero resurgir tras la pésima situación que sufrían en los primeros años de la década, en años recientes también se ha dado un cambio drástico en la actitud de los más aficionados al cine. Basta con entrar en cualquier foro de internet para darse cuenta de que las discusiones on-line han derivado de compartir las obras cinematográficas favoritas de cada individuo a  menospreciar esas opiniones basándose en parámetros absurdos como la popularidad de la película o el recibimiento de la misma por parte de la crítica. En otras palabras, cada vez se observan más casos de personas con complejos de superioridad desacreditando películas famosas por el hecho de ser famosas, y retozando en su círculo de películas de nicho desconocidas por la mayoría, como si por elegir de favorita una obra que nadie conoce fueran a recibir elogios.

Este concepto de cinéfilo pretencioso no es para nada nuevo, pero se ha acentuado en los últimos tres años especialmente, y no ha sido por nada. Si hubiera que señalar un culpable, las miradas irían directamente a las redes sociales, y especialmente a las destinadas al comentario de películas, destacando principalmente IMDB, Rotten Tomatoes y, sobre todo, Letterboxd. Esta aplicación permite registrar las películas, cortos y demás obras cinematográficas que uno consume, además de puntuarlas con un sistema de estrellas, escribir opiniones sobre las mismas, categorizarlas en listas, y muchas otras opciones. En teoría, es una herramienta perfecta para organizar películas tanto vistas como pendientes de serlo, y para compartir la opinión sobre las mismas. Y en la práctica solía ser así, durante los primeros años de esta red social, desde su lanzamiento global en 2013 hasta los años previos a la pandemia del Covid-19. Sin embargo, debido a la viralización de Letterboxd en las redes sociales y su gran campaña de marketing basada en su función de Four Favorites, la realidad actual es muy diferente a la inicial.

Letterboxd se ha convertido rápidamente en la red social más famosa relacionada con el cine gracias a sus entrevistas con actores, directores y demás gente del sector. En estas rápidas encuestas, el periodista pregunta al famoso cuáles son sus cuatro películas favoritas. El famoso explica el orden y las razones, y el espectador aprende tanto los gustos e inspiraciones de sus ídolos como posiblemente películas que no conocía hasta la fecha. El problema llega cuando observas la recepción del público más crítico y pretencioso, y observas cómo degradan al famoso por su elección. Un buen ejemplo es la elección del actor Keanu Reeves, quien escogió Eraserhead, Star Wars, The Godfather y Serpico, películas muy aclamadas tanto por la crítica como por el público general, y con una gran popularidad. Sin embargo, los comentarios de usuarios en el video original publicado por Letterboxd HQ consistían mayormente de críticas a su elección por adorar películas tan “básicas”, y no preferir cine internacional o más independiente (a pesar de ser Eraserhead una película relativamente independiente). Esta situación se ha dado en tantas ocasiones que ha generado un nuevo fenómeno en las celebridades: el pánico a Letterboxd.  Cuando ven acercarse el micrófono con el logo de la aplicación, saben inmediatamente lo que va a ocurrir, y las celebridades más jóvenes, que suelen tener más conocimiento sobre las consecuencias de esta entrevista, deben formar una rápida lista de cuatro películas que pueda satisfacer a la opinión del público, incluso si no constituye realmente los gustos del famoso. Tan recurrente es este momento que se puede observar un patrón en la respuesta que dan: una película “confort” en la que dan su opinión sincera; una película popular y con buena recepción, para no ser extremadamente pretenciosos; una película independiente e internacional para el público más crítico; y una película reciente que las audiencias más jóvenes puedan reconocer y así empatizar con la estrella.

Keanu Reeves entrevistado por Letterboxd. Fuente: Letterboxd HQ (Youtube)
Keanu Reeves entrevistado por Letterboxd. Fuente: Letterboxd HQ (Youtube)

Este problema podría parecer superficial en un primer vistazo, pero se acentúa fácilmente al observar que este comportamiento se transmite también a usuarios de la aplicación que no son miembros de la industria cinematográfica. En el momento en el que la opinión personal sobre las películas se convierte en una performance usada de tapadera para ocultar los verdaderos gustos de uno mismo por miedo a la opinión de los demás usuarios, se pierde muy rápidamente la identidad simpática de la aplicación y en su lugar se crea un círculo de falsas criterios, críticas destructivas sin sustancia y pretensiones. Las cuatro películas favoritas que puedes añadir a tu perfil se sustituyen por la influencia ajena: por el miedo de ser muy “básico”. A pesar de repetir la palabra, cabe recalcar que no existe el gusto básico en cuanto al cine. Ese es un miedo social generado a raíz de las listas de películas populares o “mejores” en aplicaciones como IMDB o la propia Letterboxd.

Además, la fachada en el favoritismo no es la única influencia negativa en el pensamiento crítico del cine que ha generado Letterboxd. Con el tiempo, los largos párrafos explicando qué le había parecido al usuario la película se han ido transformando en opiniones de una sola oración con connotaciones humorísticas, que no reflejan un dictamen sincero sobre la obra sino un mero chiste, generalmente una referencia a un momento de la película o hacia la cultura popular.

Review de Anora por usuario Ava Adore. Fuente: Letterboxd App
Review de Anora por usuario Ava Adore. Fuente: Letterboxd App

Otro problema surge a partir del sistema de valoración de películas en la aplicación. Letterboxd te permite apuntar todas las obras que consumes en un diario, en el cual también puedes escribir las previamente mencionadas opiniones, pero tiene una función más: las estrellas. Junto a tu review, puedes indicar en una escala de cinco estrellas qué te ha parecido la película. Este motor crítico es diferente al de otras redes sociales en un único aspecto: mientras que IMDB y Rotten Tomatoes distinguen la calificación dada por críticos de la del público, en Letterboxd todas las opiniones están juntas. Este sistema no debería constituir un problema a primera vista, pero si recordamos el comportamiento cínico y pretencioso que está surgiendo incluso en el público casual, obtenemos una curvatura muy influenciada por otros en la crítica de películas. Y es que reducir una obra cinematográfica a una mera puntuación como si se tratase de un deporte olímpico resulta muy frustrante tanto para el espectador como para la industria. En años pasados, la recomendación de boca en boca, tanto positiva como negativa, tenía bastante fuerza e influencia; pero con el auge de las redes sociales y el estilo de crítica de estas aplicaciones, muchas veces el público se niega a reproducir varias películas que tenían ganas de ver por la opinión de los demás. Nunca ha sido tan fuerte el influjo de otros sobre uno como lo es ahora mismo.

Y aunque haya varios problemas más con la exposición que ofrece Letterboxd, como las gigantescas listas de películas pendientes de ver por el individuo, el problema que nos ocupa reside exclusivamente en la opinión ajena de un público con aire de cinéfilo. La propia aplicación no posee la culpa, sino la influencia popular y un modelo de crítica que favorece el conflicto. Las entrevistas a famosos tampoco pueden ser criticadas, y mucho menos la opinión de dichos famosos. Es la recepción la que genera el pánico y el agotamiento a todos los involucrados, y la única solución es un cambio en la actitud del público: cesar la crítica al gusto del usuario, famoso o no; cesar las apariencias para en su lugar ser completamente sincero con las opiniones; y cesar la abreviación de películas a su puntuación, obtenida precisamente por ese comportamiento que debe evitarse. Si conseguimos devolver la recepción del público a su actitud en inicios de la aplicación, Letterboxd se convertirá en el verdadero sueño social de los aficionados al medio.

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