Los estados clave para conquistar la Casa Blanca
- Uxía Blanco Pérez
- 29 oct 2024
- 3 Min. de lectura
El 5 de noviembre, 240 millones de estadounidenses votarán a quien será su representante durante los próximos cuatro años. Con poco más de dos semanas de maniobra, la campaña electoral se centra en los “swing states” o estados bisagra
Aunque existen otras formaciones políticas, la geografía electoral de Estados Unidos está dominada por el Partido Demócrata y el Republicano. Debido a múltiples circunstancias políticas, económicas, sociales y culturales, hay regiones que se decantan por los rojos (Partido Republicano) o por los azules (Partido Demócrata).
En general, los demócratas controlan los estados de la costa este y oeste, como California, Oregón, Boston, Nueva York, Filadelfia y Washington, con grandes metrópolis modernas y dinámicas. Así como regiones de inmigrantes hispanos como Nuevo México, Colorado o Denver. En cambio, los republicanos, controlan las regiones más conservadoras del interior y del sur: son zonas despobladas, con mucha religión mormona y bautistas y de población blanca.

Sin embargo, existen estados que no se decantan claramente por un partido u otro, y el ganador se decide por un estrecho margen. Son los llamados estados bisagra, claves en cualquier campaña electoral.
LOS SWING STATE
Un “swing state” es un estado cuyos votantes no siempre se decantan por el mismo partido, por lo que puede ganar tanto el partido Demócrata como el Republicano. Es lo que en español se denomina un “estado bisagra” o “votantes indecisos”.
Para hacerse con la victoria presidencial estadounidense, los candidatos deben obtener al menos 270 de los 538 compromisarios (personas encargadas de elegir al Presidente) que se reparten en todo el país. Según las encuestas, la candidata demócrata, Kamala Harris, tiene asegurados 226, mientras que el aspirante republicano, Donald Trump, tiene 219.
Precisamente, con estas ajustadas proyecciones, los “swing states” son, más que nunca, claves para llegar a la White House, y prueba de ello es que la recta final de la campaña electoral se está centrando en ellos: Wisconsin (con diez electores), Míchigan (con quince), Pensilvania (con diecinueve), Carolina del Norte (con dieciséis), Georgia (con dieciséis), Arizona (con once) y Nevada (con seis) son los siete “swing states” de estas elecciones. En total, se juegan 93 compromisarios, lo que representa un 17% de todo el país: cabe destacar que, en el sistema electoral estadounidense, no hay una escalade grises; ya que el vencedor de cada estado se lleva todos sus compromisarios.
ESTADO POR ESTADO
Tres de los estados bisagra más importantes son Wisconsin, Míchigan y Pensilvania, ubicados en una región desindustrializada, en declive económico y marcada por la pérdida sistemática de población. Desde 1992, con la victoria de Bill Clinton, estos estados habían sido “blue states” o feudos demócratas, pero en 2016 el discurso populista de Trump logró atraer a los votantes blancos sin educación universitaria.
Sin embargo, cuatro años después, Biden (nacido en Pensilvania) logró recuperarlos y garantizarse su victoria: si Harris logra replicar lo que hizo su predecesor, también tendrá asegurada su presidencia.
Otros dos estados clave son los vecinos Carolina del Norte y Georgia, ambos con un pasado segregacionista y republicano desde que el gobierno demócrata de Lyndon Johnson aprobó la Ley de Derechos Civiles en 1964. Sin embargo, el crecimiento de la población afroamericana y universitaria en estos estados ha ido cambiando progresivamente la tendencia. De hecho, en 2020, Joe Biden se convirtió en el primer demócrata en ganar Georgia desde Kennedy en 1960. En cambio, Trump sí logró mantener su victoria de 2016 en Carolina del Norte.
Una de las razones que explica esta diferencia es que en Georgia la proporción de población negra y urbana, más inclinada a votar por los demócratas, es significativamente mayor que en Carolina del Norte.
Los últimos “swing states” en estos comicios son Nevada y Arizona. Históricamente, Nevada ha sido un “estado púrpura” (otro término para denominar a quien podría votar al rojo o al azul), aunque desde 2008 ha votado por los demócratas. En cambio, Arizona ha emergido en los últimos años como un nuevo estado bisagra debido al crecimiento de la población latina proveniente de México y el rechazo de los republicanos moderados hacia Trump.

Bình luận